El peso de imágenes que dominan nuestro pensamiento y nos crean como individuo; nos abandonan en la superficie, en el mismo instante que abrimos la puerta del azul y nos sumergimos. Nuestro nombre, apellidos, nacionalidad, color, tradiciones, idioma, memoria…dejan de interferir en nuestra observación , y pasamos a experimentar una visión completa de todo lo que nos rodea.
Bajo el agua no hay caminos predeterminados que elegir, el único camino eres tú. Observo sin palabras, con ojos nuevos y descubro cosas extraordinarias de mí y de todo lo que me rodea. La libertad comienza en esta observación pura, alejada del miedo y de las supuestas barreras de seguridad emocional construidas. Libres…sentiremos y observaremos como la primera vez.
Somos agua… be water my friend!!!
Anita